El poder del
deseo se apoderó de su mente.
El golpe de sus
aguas rompía sobre su cuerpo.
Seres que
revivieron lavaban sus cuerpos
con jabón de
lagarto, olorizando sus cuerpos.
Plenos de
satisfacción palpitaban sus corazones.
Cargado de
lágrimas se enfundaba en sus aguas,
se miraba en el
cristal de ojos de mariposa
llenos de
memorias que en su oreja se hallaban.
Antonio Molina
Medina
27/02/17
Deseos, recuerdos, sentimientos. Me ha gustado. Un abrazuco
ResponderEliminarEl poder del deseo el que agita las almas y palpitan los corazones.
ResponderEliminarEs preciosa la imagen de la ventana y me encantó lo del jabón lagarto me hizo recordar al jabón que usaba mi abuela.
Besos.
El poder del deseo que tiene su magia, aviva el recuerdo como en una llama candente bajo el olor que antaño nos hizo recordar un tiempo pasado que no volverá. Un fuerte abrazo y feliz semana.
ResponderEliminar