Me detengo en
mis pensamientos y mis dedos se dejan flotar,
mientras, miro
el teclado, tan negro, con sus manchas blancas
de nácar,
anunciando palabras que, hilvanadas puedan
llegar a sus
ojos. Traspasar la barrera de su alma para filtrarme
dentro de su
corazón. Ya que, catapultado por sus sentimientos,
se hace uno
más humano…, más tierno, capaz
de todos los
milagros plagados de sentimiento.
Eres el trozo
de cuajo
que mi madre
introducía en el barreño de leche para formar
buenos quesos,
donde el hambre mía se deshacía de elogios,
arropado por
la sonrisa que de su rostro fluía.
Hoy no tengo
motivos de hambre de pan…, pero sí de Cultura.
Y sentidos. Porque
mi mente necesita abrigo.
Y sonreír con
las cosas sencillas.
Como nos
demuestras día a día, que
compartes con
nosotros esa Universidad que brota de
tu cuerpo
sentido. Cuerdo…
Para que, una
montaña de seres te comprendan.
Y, como es
obvio, te respeten y te quieran,
por la fuerza
que proviene de tu mente
capaz de
trasformar nuestras conciencias.
02/05/17
Antonio Molina Medina
Pensamientos enredados en elucubraciones de antaño, sentires preciosos que rodean el día a día. Un placer leerte. Abrazos
ResponderEliminarUnos pensamientos que sembrados en el alma cosecharon tan bello sentir, que más te puedo decir Antonio que no te haya dicho ya. Un inmenso abrazo, feliz semana.
ResponderEliminarFuerza es la que llevan tus palabras desde el sentimiento que brota de tu alma en los pensamientos versados a través de tu pluma mágica.
ResponderEliminarMe encantan saborear tus letras, vivirlas, sentirlas, y cobijarme entre ellas.
Besos, Poeta.