-Niño…
Cristian Paya-
Los
latidos de su corazón, hechos plegarias en un tumulto
de
versos, se dejan caer en torrente por esa cascada donde,
de
niño, te acunaban las cabras y te bañabas en sus frías aguas.
Porque
él estabas allí, presente en todos sus pasos.
Todos
sus andares y sus ojos se dejaban guiar,
por
esa sonrisa que brotaba de su rostro y
de su mente.
Ya
ves, no dejo ni dejare, de abrigar su corazón
para
forjar poesía dentro de sus entrañas.
Porque
él eres ese aroma qué en su mente estalla y
se
hace letra…como la hierba fresca en la orilla
del río de mi alma.
Sus
pensamientos están plagados en su verdor…
Cuya
cadencia ya nada le importa…
Porque
esto es la magia de su poesía,
que
limpia y generosa nos desgarra, llena de vida,
cual
lanzas que brillan.
Sabemos
quiénes somos y a dónde vamos.
Pero
los que nos acompañan, los elegimos.
Producto
de la libertad conquistada.
Quizás
seamos aves heridas, que encontramos
un
remanso de paz en esa tierra suya, nuestra, castellana,
andaluza,
donde tú resides y compartimos en la campiña
de
sus gentes. O en el corazón de su fauna cercana
a
su corazón que necesita de los pájaros, hormigas
y
luciérnagas que alumbren su estrecho camino.
Aunque
nos pinchen las zarzas del camino,
siempre
habrá un descanso para el verso, para el recuerdo
aunque
desgarre nuestro adentro por la lucha.
Por
su esfuerzo.
Antonio
Molina Medina
22/12/17
Qué bonito homenaje para este precioso niño, has escrito con cariño y desde el corazón, y qué bonita la carta que te manda, una linda amistad tallada con el corazón.
ResponderEliminarBesos enormes para ambos y felices fiestas.
Esta carta me la mando hace muchos años ya que una enfermedad maligna nos lo arrebato siendo muy joven... pero para mi sigue muy vivo en mi corazón.
EliminarUn beso
Un emotivo homenaje a un amigo que se fue dejando esa huella en el corazón, tus letras lo dicen todo amigo Antonio, un raudal de sentimientos, agradecimiento y recuerdo. Mi abrazo y cariño.
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