Antonio y Jokin... Muy grande y Lucía Muy grande. |
Alguien
sin pensar descubre tu interior y
destella
tu alma de la que estabas negado.
Como
grito en la sierra, rebota en sus laderas
el
sonido del eco que, generoso, descubre
sus
recuerdos.
Desde
un cortijo en la sierra.
Una
cocina en el suelo y amores generosos
de
aquellos que custodiaron sus más íntimos
recuerdos.
Una
ola de olvidos seduce su cerebro
endulzando
en sabores las neuronas del cerebro.
Agitando
los brazos, elevando las palmas
al
cielo, sus dedos añosos amartillan las teclas,
dando
nombre a su mundo del que formó
parte en su tiempo.
Azuzando
el oído, sus sentidos se agitan y
le
miman, conscientes las arterias del tiempo.
Hoy,
en su soledad infinita, manifiesta,
el
mundo le replica y le corroe por dentro.
Le
asusta su tristeza y, buscando recuerdos
de
un mundo que murió, pero sigue en su recuerdo,
alguien
se coló en lo más íntimo. Explosionó en su pecho
descubriendo
sus miserias, perforando sus miedos,
dejando
en su interior una flor y un soplo de aliento.
28/03/15
Antonio
Molina Medina
Ay los recuerdos que nos abrazan las neuronas y nos envuelve el corazón en los sueños y nos agitan los sentidos.
ResponderEliminarQue bonita esta entrada mi querido amigo.
Un placer leerte.
Besos.
Mi querida amiga.
EliminarLa vida es más llevadera viviendo entre los algodones donde no puede haber olvido y menos sueños y algarabías, donde la memoria es patrimonio de unas mentes limpias y sin diablos ni cielos. Solo, la gente limpia que aun caminan sus pisadas por esas sendas donde solo la vida y los sueños son capaces de que perduren sus recuerdos.
Besos