Fuente del Molina El Águila. Canuto hondo Río de la Miel. El Cobre. Algeciras |
La grandeza de una fuente... Esa que
nunca se agota ni se calla.
Esa que fluye y se desboca por los
surcos de su alma...
Y sigue siendo de tierra. De esa que
nunca se extingue y
se hace pasto, y verde, entre sustancias
que agitan
el devenir de los
cuerpos, el sustento de los sueños
que acarrea el arriero por los caminos y
plazas.
Con sus alforjas repletas de manuscritos
y leyendas…
De papiros repletos de letras, de
tumultos sin control.
Sedientos hoy de sonrisas.
12.03.19
Antonio Molina
Medina
Fuente para beber... que nunca se agota... como tus versos, mi admirado poeta, es preciosa tu inspiración.
ResponderEliminarLa imagen es preciosa.
Besos enormes.
Gracias María. Tu siempre estas, como esa fuente la que me mostraron con mi edad temprana, caminando por esas sierras arreando las cabras.
ResponderEliminarPero sigue ahí… con su caño de oro de agua de plata, sin adornos ni llaves, sin miedo a la escarcha y yo la sigo buscando desde mi edad permitida entre sus dos montañas. Canuto hondo donde las abejas formaban sus nidos por el agua limpia que siempre manaba y sigue brotando, sin remodelar ni pamplinas que la atosiguen ella no necesita a esta nueva sociedad tan nefasta. Yo voy buscando el molino del Águila y mis orígenes que siguen ahí, entre sus aguas.
Antonio el hijo de la señora Luisa.