Fuente del Chorro. Chorrosquina. El Cobre. Algeciras. |
La
cárcel celeste de tu cielo
no
la mejoran ni el mar, ni las olas de tu viento.
La
niebla me cubría el pensamiento
hasta
que el buen tiempo me liberó de tal evento.
Limpio
mi corazón de tantas impurezas
y
a tumba abierta se alejó de estercolero.
Con
las alas que tus manos me ofrecen
será cual
gavilán cuya alma merece.
Volaremos
juntos de noche y de día
por
los caminos, empedrados de vida,
dúctiles
y maleables como la fiel arcilla.
En
la cárcel de tu cielo me acomodo
y
me salva inoculada preñada de luz divina,
producto
de la candela que alumbra tu cocina
para
comernos juntos, como el trigo y la harina.
Antonio
Molina Medina
31.03.20
Volar hasta el cielo azul de los sueños, cincelando los momentos, respirar el aire puro de la brisa, y caminar de la mano de las emociones.
ResponderEliminarPreciosos tus versos, mi admirado poeta.
Un abrazo.
Volar como lo hace hoy la Tórtola, la que solo picotea en los campos, esas sobras de trigo o cebada o menudos bichitos los que limpia con su pico para asentarse una nueva cosecha… como todos los años.
EliminarEl cielo siempre está abierto a nuestras manos las que levantamos respirando ese don que nos mandan desde lo mas alto… aire y sueños y esbozando una sonrisa veo como se deja caer sobre el manto verde y sano de la NATURALEZA… la que nos salvara de todas las pandemias incluso del propio ser humano.
Cuídate mucho
Besos