Termino de Tarifa. Cádiz |
¿Dónde
quedó el camino trazado?
Los latidos
del corazón rebrotado,
los
momentos de recuerdos amparados,
los días
que brotaba la llama.
Donde su
mente, retoñada expresión,
florecida,
encantada, iluminada sonrisa,
que atrapa
su alma, la ilusión de su estampa.
Él traslado
su cuerpo de tierra, hoy
sensible y
mullido; con sonrisa de fértil cosecha.
En su cara,
pletóricos sueños de paz y de gloria,
de suspiros
y miedos.
A pesar de
no buscar nada,
que su
entidad envolviese su mente de sueños…
Sueños le
quedan en su alma.
Placenteros,
sus huesos de tierra labrada.
El camino
se acorta en el tiempo.
Los chopos
se ensamblan a su cuerpo.
Robles
nuevos conducen su cielo.
Le darán
todo fruto, juventud a sus miembros.
Añorada
semilla, sonrisa dorada.
Nueva vida,
placeres, cielos...
De sus
jóvenes cuerpos espigas.
Pobre
tronco viejo y carcomido.
Deja tu
tiempo a la tierra pudrir.
Lentamente
recobra tu incierto destino.
Otra vez
devuelto a su tierra a pastar.
Con dolores
de parto anunciado.
Lo
devuelven a su incierto ocaso.
Entre
azúcar, incienso, miel, cera,
carne
magra, salada inservible.
De un cuerpo
aterido de frío.
Recordando
todo lo vivido.
Que jamás
volverá a resurgir.
Antonio
Molina Medina
11/01/10
Sueños que nos guían hacia el cielo azul de la esperanza, entre latidos y emociones, rebosando vida.
ResponderEliminarBellos versos recorriendo el camino.
Besos con admiración, Poeta.