Bilbao-Bizkaia |
Caminando
de su mano, sujeto a sus dedos los que se dejan palpar por manos encallecidas y
la figura altiva que le transportaba sin riesgos por los caminos de
la vida…Su pelo blanco, muy largo, que adornaba su frente dejaba al descubierto
una mente sublime y sedienta de sonrisas que engalanaban el aire que
resbalaba de sus andares. Y, a su lado, ellos se miraban los dos con gracia
infinita. Él era nuestro nuevo y admirado ser humano que desde su Granada,
movía sus ojos desde su ancha frente dejándonos entre los surcos que a su
sombra las palabras las que se adherían… los vocabularios y versos que
custodiaban las estrellas las que se abrazaron a sus versos.
Orduña-Bizkaia |
Mientras sus pasos heridos de sueños envalentonados, se plegaron a nuestras oscuridades… Y se adentro a la sombra del capitán, mi capitán… y sonreía, siempre mirando al horizonte y echar una mirada de soslayo al poeta de La Fuente y al anciano de barba blanca de mas allá del océano; a los que sus ojos les brillaban deslumbrando los pasillos de la muerte… su muerte, transmitiéndonos nuestra propia muerte.
26.09.22
Antonio Molina
Medina
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