Piedras del Molino del Águila-Parque de los Alcornocales-El Cobre-Algeciras |
Se
sentaba en el suelo alrededor del fuego o en un asiento de láminas de corcho, a
la vera de mentes y cuerpos añejos cuyos sentimientos se desnudaban ante los
problemas que nos herían muy adentro.
Ese fue nuestro acierto.
Mientras los troncos ardían, las llamas se elevaban a los cielos por la tronera de la vieja chimenea instalada en la choza de piedra y barro, sin puerta y con el techo de chapa. Él guardaba silencio y solo miraba de soslayo a sus morenas caras y bocas, de las que surgían las voces cuál letras del estrecho…
Ciudad de Orduña-Bizkaia |
Eran caballos bien pertrechados y bien adiestrados, con jinetes atrevidos en sus correrías en el silencio y negrura de noche… muchas veces con alazanes galopando, escapando del miedo de los cascos de charol, donde brillaba la luna en sus noches florecientes. Eran palabras que nos abrasaba el alma, ya que dejaban sus vidas al descubierto, mientras sus ojos miraban las llamas que seguían elevándose por el hueco de la chimenea.
Sinovas-Aranda de Duero-Castilla y León |
Cabizbajo, y con el corazón en un puño; a escondidas, los espiaba ya con los caballos ensillados salían de noche camino de las playas del estrecho mientras el reflejo de la luna, que cohabitan con sus tranquilas aguas, ellos jugándose la vida por dar de comer a los suyos… ya que era más el miedo al hambre que a las balas que arrebataron las vidas en sus cuerpos.
31.10.22
Antonio Molina Medina
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