Valle de la ciudad de Orduña Bizkaia |
Buenos días señora sin tinieblas…
Ya que solo las tinieblas son las que hoy
abrazan a esta pelota insegura de tierra
por la que caminamos y seguimos
haciéndole más daño, a pesar de decirnos
que ellos… ellos son la conciencia de la verdad…
La verdad que ellos entonan como espada
ya afilada para penetrarnos hasta los confines
de nuestra mente, dejando al descubierto
todas las grietas por las que deambulan
buscando donde posar sus cuerpos
repletos de cucarachas y de larvas las que
sueltan por las noches, cuando la LUNA
no les vea… Luna, Luna, dónde estás metida,
que ni tu sombra percibo ni la encuentro en la justicia.
Quizás el poeta este oculto en su sombra y el,
pobre de él, la anda buscando con lágrimas
entre la metralla que se adhiere a los cadáveres
que han dejado los malditos, que se creen
dueños del mundo sacrificando hasta los de
su propia sangre, con los que brindan
con un vaso de cicuta que ellos no se beben.
Largo está su destino. Lejos queda lo consumido,
pero él palpa y se solaza con las palabras
que hierven en su corazón, abriéndose las venas
para depositar lo poco que contienen hoy los
sueños de su cerebro almacena los que,
adherido a su conciencia,
escupe sangre negra entre los pinos…
dejando su huella entre el barro y la materia.
Con el mástil de sus sueños trata de
mantener abierto el grifo de las palabras
las que aún… brotan de los sueños.
“Este val, este val despide muerte y
soñar”…
Repetía nuestro Federico… Sinovas-Aranda de Duero-Castilla y León
“(Con una niña de plata está fuera del estanque,
y el viento le dice ¡niña! mas no puede despertarla.)”
08.01.23
Antonio Molina Medina
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