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Buenos y largos días han surtido mi mente de caballos y trigales, de
montañas añoradas y animales que correteaban por los campos que me
observaban, descarados, ante la solemnidad que mi mente posaba sobre ellos
¡incluso los pececillos saltaban al paso de mi cuerpo por sus ríos!
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| Sierra de los Barrios-Cádiz |
Una vez más, la mente sumió con algarabía todo lo almacenado entre las jaras y el agua de los ríos, ya que el hombre se deslució de los campos y su figura se hacía antigua y sin sentido ante lo que veía en él y lo que acontece a su alrededor… ¡Sangre mía que ya no se junta con la de antaño…! Quizá residuos de la herencia del pasado, entre sonrisas y actos que provenían de esas sonrisas que, fuera de sus jaulas, pululaban (posiblemente con sus miedos) por lo que acontece, en una tierra insoluble e irreconocible que me miraba cuando caminaba por lugares donde sus gentes se apartaban de los principios que, generosos, nos inculcaron mentes lúcidas y solventes y bien ataviadas y sin remordimientos, que nos auparon hasta las cumbres de la razón, indisoluble para algunos que sentimos la caída de un árbol o la tortura de un animal para contentar las mentes estrechas e injustas con una sociedad corrompida, que sigue y circula con la mentira a cuestas, con una sonrisa que place sus conciencias al borde de la MATERIA.
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| Casa rural. Majaralto. El Cobre Algeciras |
Quizá sea el calor incoloro del ardor que nos precipitaba a abandonar lo soñado... Pero quizás el fuego sea necesario para catapultar mentes 'insolares', las que se fundían con los placeres del cuerpo dejando la posible alma… al descubierto de la nada.
01.08.23
Antonio Molina Medina
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