La muy noble y leal ciudad de Orduña Bizkaia País Basco |
“La poesía es
bastante peligrosa para los malos gobiernos. La palabra paz está siendo tan
grave, que muchos no se atreven a pronunciarla. Y como yo escribo poesía y
pronuncio en voz alta la palabra paz, me pasan estos accidentes. En un tren,
los policías me dijeron: “somos padres de familia, tenemos que cumplir estas
órdenes repugnantes. Por favor, déjenos un autógrafo para nuestros hijos ya que
ellos no serán policías”.
Pablo Neruda
Ciudad de Orduña- Bizkaia |
FRENTE A SU FINAL (ORDUÑA)
Ya al filo de la
nada, donde todo finiquita y se hace polvo y agua después de haber visto
elevarse a minúsculos seres que están inscritos dentro de su corazón, ya desde
la cuna, en las aulas de los templos del saber dónde te enseñaban a leer y
escribir y a ser persona, seres serios y amables, y queridos… No perdíamos de vista sus gestos y sus palabras,
las que nos hicieron libres en pensamiento y grande en nuestro corazón;
dejándonos el campo abierto de mensajes que nos hablaban de amor y de esperanza.
¿Verdad que sí? ¡D. Benito! ¡Es la verdad d. Perpetuo…! y expuesto por d.
Agustín.
Ciudad de Orduña Bizkaia |
Hoy, con nostalgia,
nos enfrentamos a sus quehaceres los que nos deslumbraban y nos acompañan junto
a las culebras que, mansas y sin pudor, nos escoltaban en nuestras tardes,
aciagas pero libres, por los descampados lugares de nuestros años de verdades y
aulas repletas de mariposas que volaban entre las letras de nuestra juventud
con la rebeldía que nos protegía de la nada.
Algunos, sedientos
de símbolos, caminábamos montados en borriquillos siguiendo al Señor Quijote de
la Mancha y sin atrevernos a diseminarse entre animales bravíos. Como una piña,
los sentimientos se planifican entre los componentes de nuestros sueños,
agilizados por la contundencia de los trigales oscuros
que defraudaron nuestro concepto de libertad.
Orduña Bizkaia |
Sigilosos sus cuerpos, nos acercábamos alrededor de la lumbre o de la chapa caliente, con los oídos al vuelo tras las notas doradas de historias que nos hacían enmudecer y asustar; metáforas sensuales y notas musicales cuyos soniquetes quizá… nos acercaban a la verdad.
Ser ciudadanos de
principios, y agasajar a nuestro mayores junto a los representados, seres que
nausean verdades incomprensibles para nuestra edad.
Mientras, de las
llamas que se elevaban por las chimeneas de las casas, volaban ilusiones y
tiernas metáforas o deliciosos relatos de guerras pasadas que, mejor olvidar;
mientras los grajos revoloteaban por los campos y arbolados, como pájaros de
mal agüero, se infiltraron entre los comensales dejándonos perplejos de la
osadía, aunque ninguna de esa era observada antinatural.
Ciudad de Orduña Bizkaia País Basco |
Al final, todo es
natural y comprensible, ya que, de la música, nos salpican sus notas por el
pentagrama de nuestra propia existencia que, incolora e imprudente, se acuesta
en el oasis del vivir.
03.10.23
Antonio Molina
Medina
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