Ciudad de Orduña- Bizkaia- País Vasco |
QUIZÁS SEA LA ALARMA…
Saltan las
alarmas cuando oyes el tañido de las campanas que ostentan el poder de traspasar
la fuerza del viento, dejándonos los entresijos difíciles de sortear… Oh nos
mojamos a través de la lluvia; o sucumbimos entre el barro que los seres
humanos pisotean escarbando con sus desilusiones deshonestas en las cruces de mayo que ellos veneran
como remedio contra la sangre que no cesa de poblar los linderos de esta
tierra, enarbolada y sumisa a cuatro miserables incultos, y atrofiadas almas
ennegrecidas y díscolas por apoderarse de las mentes sin principios y sin
salubridad.
Imploremos a
la razón que, sin ser vista ni presentida, sigue entre las hogueras del tiempo
quemándonos sin aliento por la deshumanización de las religiones e incestos a
expulsar dejando paso a la verdad que suspira sin fisura y comprensiva,
incidiendo en nuestras mentes.
Ya que la vida es un
suspiro
una ironía, plagada de
sutiles
y hacendadas plegarias las
que
nos enfundan los
sentidos y los
hacen placidos y
corpulentos y los
proyecta, desde
nuestros lamentos.
Mientras, el
caballo tordo, ya sin correajes ni bocado que lo aglomeren, sigue galopando por
las verdes praderas de los sueños, aunque sus ojos otean el horizonte buscando
entre la maleza ojos incívicos… aunque ya distantes.
Ya desde el
verde valle que me cobija y protegido desde la cima de su montaña las veredas
se dirigen a ella, exponente de sueños aniñados, envueltos en el pasado y
presente donde prevalece el agua de su fuente.
Antonio Molina
Medina
20.06.24
No hay comentarios:
Publicar un comentario