Muertos sin alma

 

Delika-Áraba-País Basco

“Pero ellos no me aceptaron, dijo el mendigo voluntario, lo sabes bien. Por esto acabé marchándome a los animales y a estas vacas.”

Friedrich Nietzsche

 

Río Nerbión-Delika-Áraba-País Basco

Muertos sin alma

Genocidios sobre nuestro hábitat.

Cuando en la tierra y sobre su naturaleza,

salen las candentes llamas, salen los

escuadrones de diablos que las avivaron,

y sus caretas se infiltran entre los animales

de la sabana que rige nuestro mundo;

salpican hoy las plumas quemadas de

los sedientos principios de lo inacabado.

La luz se vuelve a oscurecer entre los

cadáveres dejados entre los incendios,

oh ahogados en el fondo de los ríos;

los árboles ya no ríen ni pueden respirar y

falta el sonoro gorjeo, de los pájaros

ya que su cántico se fue a otros lugares

donde poder reposar.

 

Delika-Áraba-País Basco


Tal vez la vida caduque y seamos más torpes

con los años, pero sí que los sucesos son los

excrementos del ser humano ya corrompido

por dentro. Mientras escupe de nuevo la víbora

entre la maleza y el buitre ojea los cuerpos

masacrados, las luces de pobladas regiones se 

llenan de nuevas mentiras.

 

Delika-Áraba-País Basco


El poder que las pervierte, deja sus huellas negras,

muy negras, donde la naturaleza ya no

puede defenderse del hocico de los tiranos

dejándonos sin acicate ni pesebres, que quiten

nuestra hambre… de vivir, de sentir, de saborear

la justicia que ya…, ni las abejas que han libado

las flores puedan depositar su alimento… si es que

ha quedado algún panel ante el horrible genocidio

que sobre la naturaleza que algunos han cometido.

 

Delika-Áraba-País Basco


A lo mejor a su lámpara, muy lentamente, se le

vaya apagando su luz ya que a los brazos

(o ramas de su cuerpo) las hojas vayan perdiendo

su fuerza y se aparten de su mente, ya sin efectivo

para sus tallos aún verdes que se alejan de su tronco

sin líquido para su instinto. Pero aún el día se escurre

fugitivo de su cuerpo, como lo hacen las olas de

la mar eterna y diluida en su materia; ya que su sangre

sigue pujante, circulando por sus venas sin atropellarse,

impulsada por los tañidos del corazón, sintiendo en

su cuerpo que aún existe y existimos los mortales,

ya libres de cargas morales… solo humanas (y no sórdidas.)

Delika-Áraba-País Basco

El Infierno-Delika-Áraba-País Basco



El Infierno-Delika-Áraba-País Basco


El Infierno-Delika-Áraba-País Basco

Ciudad de Orduña-Bizkaia-País Basco

01.09.25

Antonio Molina Medina

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