ESPERANZA

Azuzado por el viento
me resguardo de la brisa,
del murmullo de las olas,
de la rosa de los tiempos.


Buscando con quien compartir
lo jugoso de los sueños.
La arena me rodeaba,
divisé su figura y brotó su recuerdo.


Qué difícil es vivir estando muerto,
¡sí!, muerto por dentro,
se refleja en las caras
de la gente que tropiezo.
Somos los muertos vivientes.
Vivos pero sin sentimientos.


Hoy encontrar un amigo
que te comprenda y comprendas
en tu interior, en tu adentro,
es hallar un gran tesoro
que sólo puedes descubrir
si te entregas sin complejos.


La desnudez que le muestras,
si la persona lo entiende,
es la riqueza más preciosa
que el ser vivo se merece.


 La confianza se ve, se siente
y se percibe sólo con mirar sus ojos,
su sonrisa, la que brota de su cara,
de su alma; se siente uno seguro.


La amistad que transmite
suple todas las carencias,
te ayuda a convivir, a seguir cual peregrino,
sabiendo que un corazón
te ha dejado un hueco dentro.


La fortuna le sonríe sólo al que se aventura
a buscar en los mortales
la vida que ellos desprenden; 
aunque sea en una esquina,
en el trajín de la rutina,
en el trabajo diario,
encontrarás sin buscarlo
la fortuna de una amiga
que te comprenda y te guíe.


 Los caminos y vericuetos
debemos de sortear.
La fortuna no hay que buscarla,
ella a ti te encontrará
en el transcurrir del tiempo.
Antonio M. Medina

2 comentarios:

  1. Vuelvo a tu casa para dejarte un saludo, me han gustado tus versos poeta
    Un abrazo
    Stella

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  2. gracias Stella. Has penetrado en mi alma en esta nueva primavera.
    un abrazo. Tu si que eres portadora de versos y cielo.

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