En la cama,
adormecido, en calma,
me estremece la
noche, su manto me imana,
los sueños se
envuelven en hilo de sábana.
El espíritu de
nieve, se deja marcar por las patitas
de un gorrión
alegre que el viento no atrapa
las sombras del pino
no alcanzan su alma,
al trepar por
ellas, está tu ventana.
Desde la distancia
besa los ojos que descansan.
La noche los viste,
los tira a las brasas,
el rojo candente se
trasmute en negro
para que el brasero
inflame sus garras
donde se retuercen
los frutos del alma
que degustan juntos
apurando el alba.
Eternos placeres,
nimias luciérnagas
les prestan su luz,
tenue, necesaria.
La noche les flota
desde la mañana.
El sol se abre
paso, traspasa su espada
amores mortales, quereres
que manan del alma…
La nada ha muerto, brilla
la esperanza.
La noche lo sabe. Su
reino es vida.
El tiempo le
atrapa. Ella ocupa el trono
que estaba bacante
y lo conquistó
sin sangre, ni
espadas.
Ella consecuente,
contempla la trama.
El calor y el fuego
queman como lava
porque ella es de
fuego, manantial de agua,
mágica, risueña,
hada milenaria,
la que teje sueños
que envuelven el alma.
Antonio Molina
Hola Antonio.
ResponderEliminarMuy precioso poema, pero este final es maravilloso.
Ella consecuente, contempla la trama.
El calor y el fuego queman como lava
porque ella es de fuego, manantial de agua,
mágica, risueña, hada milenaria,
la que teje sueños que envuelven el alma.
No quiero que llegue esa preciosa noche sin antes dejarte mi sentimiento del día de hoy y todos los días, he repasado las anteriores ya que ando muy en desorde.
Todos los días de la vida
Son propios para celebrar
La amistad y el amor sincero
Que nace y crece en el alma
Se sienten en el corazón
Adornado, de suave sonrisa
Y amable mirada, tierna y dulce
Que dice a todo ser vivo
En su entorno, cerca o lejos
Te respeto, valoro, admiro y aprecio
Pero sobre todo te Amo
Si a ti, no supiera amarte
De nada me serviría amar el mundo
Pues al faltar esa pequeña partícula
Que eres Tú…
Nunca el amor sería completo
Feliz seas, hoy y siempre.
Ambar
Coincido con Ambar, qué final tan bonito…
ResponderEliminarBesos y abrazos.
Antonio, ha sido un placer descubrir tu blog y leer este precioso y emotivo poema, que derrama extrema sensibilidad.
ResponderEliminarMis aplusos y un cordial abrazo.
Gracias Candela: si al final del camino alguien te recuerda que estas vivo y que la sombra que cobija mi cuerpo se deja ver entre los arboles del bosque... Solo te queda por hacer... seguir soñando que algo se mueve en el mundo y no son solo palabras.
Eliminarun abrazo