Me postro a tu sombra, plisado a tu
regazo.
Mezclado con el canto de las aves, que,
como
soplos, altera mi cuerpo.
Son Cigüeñas.
Al viento, donde brotan las palabras,
que le aportan
los suspiros que descargan sustancias.
La luz provoca su llama, donde el
corazón se
agiliza y no para, es la fuente que
alimenta
sus ansias, que se vuelca impasible en
su cuerpo
y se hace manjar en su alma.
17/10/16
Antonio
Molina Medina
Brota la vida en poesía, luz divina, suspiros versados, fluyen las palabras entre emociones latidas.
ResponderEliminarUn beso, Gran Poeta.
La vida...
ResponderEliminarEsa que brota en tus letras y destila amor y delicadeza por la existencia viva.
Un abrazo.
Ambar
Todos los elementos están ahí
ResponderEliminarque es de ver en las aves, el rizo del viento...
cuanto más de vivenciar a cada paso
siempre nuevo...vivido
la poesía nunca se cansa de esa maravilla
que brota de la imaginación y de la emoción...