Si,
con el paso del tiempo
eres
capaz de sonreírte;
De
estar a su lado firme,
segura
como potra salvaje
soportando
impericias
y
mirando a los ojos;
de
soñar junto al árbol
que
nos da la vida;
De
explorar por los campos
las
mañanas vivas.
Sólo
siente en tu alma
que
la sal se derrite,
que
te inunda el cuerpo
y
se convierte en plegaria,
que
te llena de vida.
Seguirá
tu camino
paginando
tus versos,
compartiendo
tu risa,
tu
sonrisa y tus miedos.
12/10/16
Antonio
Molina Medina
No dejemos de sonreír a pesar de las adversidades que se nos presenten en la vida.
ResponderEliminarUn muy bonita imagen pata este precioso poema, me encantó.
Un beso.
Sonríe, es contagioso y un muy bello y geneso gesto.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ambar