“Era
el lugar donde sólo había un caño de agua”
que
repodó mi abuelo materno
y
yo, de niño, acudía con mi
cántaro
chiquito a por agua.
Desde
la falda del monte donde
puse
muchos sueños
con
los que nos precedieron.
Junto a palmeras e higueras
donde
el amor no faltaba, ni
seres
que nos amaran.
Ni
fuente que no diera agua.
Incansable
su corriente,
Que
aún perdura en el tiempo.
15/06/17
Antonio
Molina Medina
Qué bonito es recordar aquellos lugares que nos hicieron instantes felices y volver a traer en mente a los abuelos, aunque ya se les lleve en el corazón.
ResponderEliminarMe encantó tu poema, mi querido amigo Antonio, con la fuente de tu poesía siempre inspiración inagotable.
Te felicito y admiro, Poeta.
Besos y feliz tarde.
Aunque para nosotros pase el tiempo, para los lugares las cosas se mantienen en aquel tiempo que nos has recordado con tus letras, muy hermoso por cierto. Abrazos!!
ResponderEliminarCasi me pierdo este maravilloso recuerdo.
ResponderEliminarTu alma es un manantial de sentimientos y agradecimiento a la madre tierra.
Gracias amigo, por la belleza de tus letras, sigo repasando.
Un abrazo.
Ambar