Ayer creo que lo lograron.
Tres mosaicos antiguos y metidos en faena
se trajeron de Granada una verde primavera.
Fueron como tres baldosas donde la gente pisaba
y les daban su sonrisa, sus corazones volaban
con el aire de la vega...
Tres corazones alegres, con sentimientos en ristre
dejaron los sentimientos, clavados entre sus cruces.
Y ayer en nuestra tierra, sencillo y cuerdo,
los que se acercaron a oírlos...
no sé cómo explicarlo...
Las lágrimas de sus ojos nos decían lo que sentían,
eran puros sentimientos...
La carne se le erizaba.
Los ojos se le nublaban y el corazón repicaba
con toda la fuerza de su alma.
La felicidad también hace daño,
se clavaba dentro de su alma.
Antonio Molina Medina
17/05/13
Ay Granada que bella tierra, para disfrutar de su encanto y de su gente, y también de tu poesía, entre sentimientos que erizan el alma.
ResponderEliminarFelicidades, mi admirado poeta, por estos encuentros literarios.
Besos.
ResponderEliminarPaseaba por la orilla del rio y me daba miedo de pasar a la otra orilla, nos decían que era nuestra perdición si lo hacíamos, pero llego la primavera a su cuerpo y se estrecharon los caminos y tuvimos que caminar a campo abierto, dejando, los cadáveres de nuestras sombra, para las alimañas que nos inundaron el alma de mentiras.
Hoy ya no cruje el látigo en mi espalda y los pájaros trinan a mi alrededor y los peces se asoman a saludarme; quizás sea producto de los sueños.. Alguien tuvo razones para depositarlos entre mis dudas con amor y en silencio.
Besos