Parque de los Alcornocales Getares Algeciras |
El tiempo se detuvo entre los pinares, mientras la vista la posé
sobre las viñas que, ya podadas, comenzaban a brotar las lágrimas divinas, el
placer del mañana entre los granos dorados que sobresalían de
las ramas briosas y fértiles que adornaban su insensible y caído aportador de
sus vidas que aún se aferraban a la savia prodigiosa en su lozanía.
Levanté mi anatomía adormecida por el periodo en el
que posé mi cuerpo en un tronco caído y adormecido entre las sombras que
custodiaban su caída, y caminé despacio y sin pausa hasta el camino que
esperaba mi salida.
Sinovas-Castilla León |
Posé mis pies en mi mudez iniciando mi camino mientras, con
soltura y girando la cabeza ya que el oído había detectado relincho de caballos
y traqueteos de carruaje que se acercaban a mi presencia. Con un ¡Sooo,
caballos…! la portezuela del carruaje se abrió de improviso, y el silencio se
hizo fuerte que permitía escuchar el jadear de los caballos…, apareciendo por
ella una figura mítica y sorprendente… cuya voz me invito a penetrar
amablemente. Y yo asentí con una grata sonrisa. Mi asombro de tal personaje me
hizo abrir los ojos y frotarlos con mi mano izquierda… Charles Dickens que con
una sonrisa me pregunto… qué hacía por esos parajes solitarios, entre pinares,
y encinas, y viñedos retoñando…Poca cosa le pude decir: caminando por estas
tierras donde la libertad no está cuestionada, buscando amapolas, azucenas y
bellas imágenes donde la poesía se pueda alcanzar y llevarla directa al corazón
donde el ser humano se acople a su propia naturaleza, junto a los animales que
anidan y descansan en las praderas de los sueños, disfrutando de la verdadera
fortuna que nos ofrece la vida en sus momentos.
Rio de la Miel-Parque de los Alcornocales Algeciras |
- Siéntese, me indico… Y arrancando los caballos al ligero chasquido del látigo en el aire, observado por sus acompañantes los que refinaban sus palabras:
“E hicieron entre
todos un incendio de poesía, agitando con sus voces ya maduras la inteligencia
de sus gentes reunidas cual guerreros donde desde sus ojos se vislumbraba todo
género de vida.”
Mientras él me decía suavemente entre los cánticos
versados de sus acompañantes:
- Mire usted, quizás lo que usted busca es esta reflexión en voz
alta:
“-¡Ah! La poesía es a la vida lo que las
luces y la música son al escenario… Despoja a la una de falsos oropeles y a la
otra de sus ilusiones, y ¿Cuánta realidad queda en ninguna de ellas que invite
a vivir o a aplaudir?”
Sinovas-Castilla León |
Los caminos de carros se han ampliado dejando huellas pesadas, ya que los carros se han transformado en tractores y remolques que se han deshumanizado y rugen y resoplan, insidiosos y dirigidos por la mano del ser que los ha creado, incapaces de sentir el soplo de la naturaleza ni el salto del cervatillo, ni los brincos de la liebres en la pradera.
Caminas entre el laberinto de troncos añosos y siembras sedientas de posar entre los campos, predicando entre sus troncos la nueva buena de futuras cosechas que, efusivas y generosas, sujetarán sus espigas para su madurez con el balanceo de las olas cuyo mar se estrellara con las moles de hierro y cuchillas enroscadas las que depositan su grano entre los silos de su realidad.
Parque de los Alcornocales-El Cobre-Algeciras |
Antonio Molina Medina
19.04.22
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