Majaralto- El Cobre- Chorrosquina- Algeciras |
Leer, leer, leer… nuestra historia…
“Cuando estalla la insurrección
fascista, Federico vio en Granada, antes de morir, una visión terrible, quevediana,
del infierno. Su cuñado, el señor Montesinos, era alcalde de Granada. La misma
mañana de la sublevación fue fusilado a tiros en su alcaldía, fue amarrado su
cadáver de los pies a la trasera de un automóvil y fue arrastrado así por las
calles de Granada. Posiblemente, Federico, abrazado a su hermana y a su madre, vio
desde los balcones de su casa cruzar el torbellino que arrastraban en verdad el
cadáver de España.”
Pablo Neruda
Chorrosquina-El Cobre- Algeciras
Buenos días,
Aire… Agua… Viento…
La
verdad es que no te he escrito antes porque
alguien
a quien quiero no mejora; ya son varias
operaciones
y sigue escapando de la tirana.
Pero
tu aliento me ha sorprendido muy gratamente
y
no sé qué decirte.
Una
taza de café, una sombra roja en el papel y
un
libro abierto, me ha dejado… yo diría… Enjaezado.
He
escrito libros y trabajos para mucha gente,
pero
tú has realizado la mejor portada de un sueño
que
has valorado quizás como nadie lo había realizado
hasta
que apareció esa -mancha roja-.
Gracias,
precioso corazón.
Chorrosquina-El Cobre-Algeciras
La
vida te da muchas sorpresas y ésta no me la esperaba…
-como
suave fragancia que alienta mi alma.
Me
siento muy poca cosa.
Yo
diría que formó parte de la nada.
Una
mota en mi hombro que cuando un soplo de aire la
azota,
se desvanece ante mis ojos.
Ya
dejé atrás mis ochenta años luchando por seguir vivo.
Buscando
motivaciones en un mundo donde hay muy
pocos
atractivos en este paraíso, para unos, y el infierno
para
otros, donde me tocó vivir, intento aportar algo en
sus
vidas, como un ser: LIBRE COMO LOS PÁJAROS
EN
LOS CAMPOS.
Majaralto- el Cobre- Casa Rural- Algeciras
Y
para aquellos que intenten cambiar mi destino…
Soy
un ciego y los aparto de mi lado.
Sólo
creo en las palabras, las que me hicieron libre, y
dejo
mi mente caminar por los precipicios, por los ríos
de
agua dulce y pura, por los campos repletos
de
trigales que siempre estarán ahí, ante mis ojos,
mientras
viva.
Considero
la amistad más valiosa que la familia.
Y
he visto en tus letras y palabras a esa tierra
labrada
que ellos con el arado romano y he
sentido
ese alivio en el vientre con los masajes
con
aceite que nos daba El gran Miguel:
(Curandero
y cabrero)
el
que nos aliviaba de nuestros males
ya
que los médicos estaban solo
para
los que tenían caudales.
Antonio Molina
Medina
14/08/22
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