La muy noble y leal ciudad de Orduña-Bizkaia-País Basco |
¿Dónde está
la independencia de un vivir sin ataduras ni límites? ¿Dónde los errantes
libres en este mundo? Por todas partes el hombre mismo es el estorbo peor para
su destino de hombre.
Luís Cernuda.
Qué difícil es compartir los espacios junto a los
hombres huecos, cuyos ideales pretenden destruir el planeta, para así llenarse
los bolsillos de miserias mundanas, aunque con ello tengan que deshacerse de
los seres humanos que nos rodean.
Parque de los Alcornocales-El Cobre-Algeciras- |
Triste destino es el del pensador. Inquieto ser que no deja que su mente, y menos su cuerpo, le supere en los arrebatos de sus nefastos pensamientos; cuando trata de apoderarse de él la ira incontenida y el desprecio incoloro y sesgado que le inculcaron las mentes atrofiadas de seres horrorosos y pedantes: la forma de superar ese momento que es la vida. Que la eternidad es un ocaso seguro y plácido, donde la nada flota a su encuentro; nada más cerrar los ojos, ya que el aire se niega a difundir tanta maldad sin sueños que inmortalicen su momento.
Parque de los Alcornocales-El Cobre-Algeciras- |
Incautos e infieles seres, los que aman lo vano e inútil… lo podrido y estéril de la vida; mientras los sentimientos los descabezan, los decapitan en nuestras desafortunadas decepciones, aunque solo la luz y la esperanza podrá dejar los campos… hoy repletos de sangre y de huesos crujientes producto del poder de mentes colapsadas de holocaustos y de sonrisas que desprenden su ira inconfundible, quimera de seres con un corazón, que dominan sin pausa, abandonándolo sobre el rastrillo del mal mientras duermen y sueñan mentes desactivadas de esa realidad que nos rodea.
Los Barrios-Cádiz-Andalucía. |
Su corazón se está
ahogando
con tanta luz
en su cerebro,
tanto fluir de
sus neuronas,
tanto sentimiento sin respuesta
ni nadie que me entienda en
este estercolero de la vida
en que se encuentra.
Pasos agigantados son
los que de su cuerpo se apropian;
le hacen más humano,
más sensible y más cuerdo.
Total ¿Para qué tanto que hacer
si al final del camino resulta
que estás muerto?...
Sí, muerto,
sin nadie que comprenda
que esta forma de vida que alguien
le ha encauzado no tiene
respuestas,
ni sabores, ni palabras...
Otra vez el silencio.
Cansado de él
deja a su cuerpo
impasible e incierto.
14.02.24
Antonio Molina Medina
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