Río de la Miel- El Cobre- Algeciras-Andalucía |
Pablo Neruda
Hotel Reina Cristina- Algeciras-Andalucía
CALZADAS
DE ANTAÑO Y DE AHORA
Camino en
dirección del río de la Miel, llevando el agua
de la fuente del
Chorro en mis labios; bordeando
la vieja finca
de Chorrosquina y dejando la mirada
en la
sustanciosa finca del Tunar, a su derecha,
para encontrarme
con ese río de la Miel, donde
acudíamos a dar
sus aguas al ganado y a la vez
bebíamos los
humanos sin dudar de su pureza.
Rebasando por el
puente del Pájaro, el río que
nos cobijó de
niños, para correr por la calle
Curro Muelas
panadero: ¡El que nos alimentó
con sus panes de
pan moreno
en los años de
la postguerra!
Plaza Alta-Algeciras-Andalucía
Mientras camino,
miro de soslayo, la huerta de la marquesa
donde más de una
vez mi padre y los míos - mi gente
de la barriada
del Cobre y Chorrosquina - cavaban y regaban
las hortalizas,
para sustentar a sus familias
con sueldos de pesadilla.
Se posan mis
ojos en la vieja choza de lo de Ramito, con su
espléndido
mostrador de madera y sus gentes pobladas
de alegría a
pesar de las carencias de nuestro período de vida.
Chorrosquina- El Cobre- Andalucía
Todavía en mi
mente, fresca hoy a pesar del tiempo transcurrido,
veo la Era y los
cultivos de maíz y hortalizas, regados por
la manga de agua
que se le robaba al río… donde posaba…
la panadería del
difunto Baltasar. Por donde pasaba el camino
de la Trocha
bordeando por la ‘Rejanoza’ para pasar por
las vías del
tren del paso de Pajarete, pasándolo en dirección
a Algeciras,
caminando por el balastro de las vías del tren,
por sus orillas.
Pasaje que recorrían nuestras madres y las mujeres
de la zona que,
cuando llegaban a las puertas de la ciudad,
buscaban un
escondite para guardar sus zapatillas y
colocarse los
zapatos de sus negros domingos…
¡iban a la
ciudad.!
La historia…
nuestra historia, no desaparecerá nunca mientras
alguien nos la
recuerde y lea y lea y lea…
Tener criterio y
conocimiento, es lo que nos hace libres y cuerdos
ante los que
tratan de dejar solo, esa historia la de ellos:
Los que ofendían
y maltrataron a nuestros ancestros.
Y, hoy, sus
descendientes los vuelven a maltratar, ya que aún
siguen sus
restos, en los campos. Y sin nombres ni cielo.
Y sin lápida que
los recuerde…
¡No al olvido!
¡Y no al odio y
la maldad!…
Aunque vuelvan
los voceras a
sembrar la
discordia entre nuestra gente; incluso a robarnos
esa bandera que
tanta sangre costó instalar…,
verde y blanca,
colores para no borrar
de la memoria de
los desmemoriados.
Federico García Lorca- Sigue vivo.
07/11/18
Antonio Molina
Medina
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