Tengo una amante que no se deja querer.
De vez en cuando me encuentro con ella
disfrutando de su amor y lozanía,
derrochando con ella todo mi querer.
Tengo una amante en la lejanía
que quiero tanto que daría la vida por ella,
si algún día, Dios no lo quiera, necesitara mi querer
mi corazón le daría.
Como una corona de flores su resplandor me ilumina
en las noches oscuras de mi vida.
Debo estar loco por quererla tanto,
eso me dicen los que comparten mi vida,
los que me rodean.
Loco… loco… bendita sea la locura
de poder quererla tanto.
Ella me lo da todo y también me solicita.
Sus montañas, sus praderas y su cielo azul y bello…
Tengo una amante y mira si la quiero
que cada día con ella sueño.
Es un secreto a voces expresando su querer,
con dulzura y devoción,
por mi eterna Andalucía,
que es la amante que yo quiero.
Antonio M. Medina
No hay comentarios:
Publicar un comentario