Han
transcurrido los años,
son muchos a
recordar.
Hoy me sigues
resonando,
como un amigo
fiel y leal.
Que can más
excelente.
Fuiste toda
sensibilidad,
pues tuviste
corazón.
Fuiste fiel
como un humano,
amor como el
que nos distes,
jamás se puede
olvidar.
Noble fue tu
compañía
y dulce en tu
proceder
¡que grandeza
el compartirte!,
como un amigo
fiel.
La vida nos
separó,
sin poderlo
remediar.
Pero hoy te
vuelvo a ver
con los ojos de
mi alma,
te puedo
recordar
como un amigo
sin tierra
como un sostén
delicado y
añorar tu grata
animalidad
en una mañana
en tinieblas.
Antonio Molina