La
duda me corroe. El negro de muerte
florece
en la tierra. Negros corazones.
Negras
son sus vidas. Negras intenciones.
Negra
es la materia. La vida es muy negra.
Hasta
el amor es negro. Negros sentimientos.
Negros
son sus plumas. Negros sus discursos.
Sus
sueños son negros. Y sus vestiduras.
Aun
se ponen rojos, cuando se acomodan.
En
mesas redondas, ingieren proteínas.
Camas
de algodón sonrisas inciertas.
Que
a nadie convencen, ni sus propias vidas.
¡Que
alguien me lo explique!
¡Poeta
sin sueños, porque coño vives!
Dedícate
a lo vivido. Olvida tu suerte.
Todos
son perjuicios, por lo ya vivido.
El
amor es rojo, el calor que desprende
lo
hace placentero.
El
amor se comparte y siente,
te
hace revivir.
Lo
negro es la muerte. No quiere su muerte.
El
amor es vida,
produce
el placer de poder quererse.
El
amor se siente.
El
querer, es rojo candente.
Lo
negro se diluye. Lo aparta. Lo muerde.
Lo
manda al olvido.
Rebrota
la vida.
Libertad…
libertad… hoy palabra hiriente
Cual
filtro de amor, que siente.
Se
siente.
05/07/16
Antonio
Molina Medina
Yo también siento que el amor es rojo, muy rojo, pero no se por qué el negro lo transmito con la muerte, aunque es un color que también me gusta mucho.
ResponderEliminarYa me voy poniendo al día con tus entradas, Antonio, un placer leerte.
Un beso.