¡Que
las estrellas te escuchen y
los
cielos se aclaren!,
Solo
la luna será capaz
de
sentenciarle en sueño y
acudir
al rincón donde se calientan,
bajo
la chimenea, entre troncos y ascuas,
cuyo
humo se desliza camino las estrellas.
Si
sigue andando
la
culpa es de su cuerpo
que
se niega a estancarse;
aunque
sólo haya espinas
en
la verde pradera
por
la que retoza
desde
que era un niño.
01/06/17
Antonio
Molina Medina
Un paso por la vida, me detengo...sueño, descanso, suspiro, otra vez vuelta al camino, sonrío, hablo, anhelo, respiro y otra vez vuelta al camino de la vida. Abrazos mi querido poeta Antonio.
ResponderEliminarLa vida es un caminar constante, aunque nos detengamos, hay que seguir caminando siempre.
ResponderEliminarUn placer siempre leerte.
Te admiro cada día más, Poeta, y ya son muchos los años que te llevo leyendo.
Besos enormes.