Después de unos pocos días en el SUR en compañía de mi gente guapa, en los
lugres de mi niñez, pude seguir gozando y limpiando mi mente del laberinto de
la ciudad que cada día se me hace más pesada.
El sol trasponía por la sierra y, sin pensarlo..., sin decir nada a nadie,
me encamine río arriba por senderos
escabrosos, buscando un remanso de paz aún más evidente que la que me rodeaba.
La buscaba a ella, y me pareció más bella que nunca. Su golpe de agua me
trasladaba a los años de mi infancia cuando acompañaba a los cabreros por la
sierra virgen, y mojaba mi cuerpo en ella, en sus frías aguas. Fue una tarde
mágica.
Cuando regresé y conté mi pequeña hazaña..., me decían:
-¡Pero chiquillo...! ¿Y se te hubiese pasado algo? Sin ayuda de nadie...
Yo sonreía... solo sonreía y de mi interior solo fluían estas palabras:
-Qué más quisiera yo que quedarme a reposar para la eternidad con tan buena
compañía, y mi cuerpo fuese el alimento de los buitres que volaban por los
lugares. Hermoso final de una vida sirviendo de comida a los animales de la
alta montaña.
La Chorrera
Caminaba entre raíces y hojarascas.
Entre moles de piedras milenarias.
Buscaba su amada, con ella soñaba.
Y se la encontró, preñada de agua.
Él lavo su cuerpo, sus manos y su cara.
Ella sonreía, cubriéndolo con su agua.
04/09/17
Antonio Molina Medina
Cuanta paz dan esas fotografías, entiendo lo que se puede sentir paseando con la compañia del murmullo del agua y el roce de las hojas. Curiosa la última un móvil rompe la estética, sonrío. Abrazos
ResponderEliminarEn cada letra, en cada imagen se respira una armoniosa tranquilidad. Has recargado energía de la buena en tan bello ambiente, me alegra saber que has estado en las mejores manos. Mi abrazo y feliz semana poeta.
ResponderEliminarCaminas por senderos, por la poesía de la vida, por la naturaleza de la belleza, caminas por nuestros corazones, y nos llenas de vida y poesía, mi querido amigo, con el arte que transmiten tus letras.
ResponderEliminarUn placer estar en este mundo mágico lleno de vida.
Besos enormes y feliz tarde, mi admirado poeta.