Caserío de la muy noble y leal ciudad de Orduña. Bizkaia |
Camino porque
camino y siempre con rumbo fijo, ya que el camino es muy largo. Se posan mis
pies sin brillo y después de descansar lo que quiero, suelo cambiar de camino
porque encuentro veredas que antes fueron mi alivio.
Camino lejos,
camino, pretendo seguir caminando las veredas de antaño las que un día
recorrieron. Vecinos, muchos vecinos buscando esa justicia la que algunos no
encontraron y no pudieron, los que nos dejaron ni siquiera degustar, porque
segaron sus vidas, al comienzo del latrocinio.
Sinovas Aranda de Duero. |
Dicen que
fueron imprudentes. Que pidieron seguir vivos. Y sus cuerpos, hoy olvidados,
siguen en las cunetas y los campos hoy poblados de algarrobos y naranjos, de
olivares y chaparros y otros árboles… y yo he perdido la prudencia buscando su
libertad. Aunque no estén en este mundo y sus cuerpos en tierra están; en
algún lugar de fuego la luna los alumbrará ¡por pedir la libertad!
Pero, ¿quién
será más feliz? Quizás esté consiguiendo, al sentirme yo mismo sin que me
importe el destino: que mi cuerpo crepite, como surco de tierra y mazorca
silvestre. No quiero ser ya más prudente, ni tampoco vanidoso, pero
encontré felicidad con los pies en los serones, animando a animales, con
el roce de los cántaros cuyo frescor me atrapó.
¿Quién puede
ser más feliz, que el que vive y sueña, dando todo lo que puede y lo mejor que
se mueve dentro de su corazón?
Creo que soy
un derrochador. Quizás sea lo mejor de mi mente ya que mi cuerpo lo cede y mis
dedos lo liberan dando golpes a las teclas con paciencia y con sabor.
Chorrosquina El Cobre Algeciras |
Hoy me siento
muy orgulloso de pertenecer, al mundo sin banderas que me atrapen; sin
ideologías que aten, como dijo un Poeta al que alguien le preguntó.
¿De qué
partido eres tú?
¡Del partido
de los pobres…! - contestó- De los que nada tienen y hasta el alma les
robaron, por blandos de corazón.
Hoy me siento
orgulloso, y de fuertes convicciones y seguiré en el mundo, transitado de
ilusiones, de libros que me legaron gente que estuvo de paso y
dejaron sus pisadas por esos campos de amapolas que brotan a nuestros
pasos… por ello sigo buscando aunque esté descalzo, que más hiere la
incultura que unos pasos bien andados y el orgullo hoy me atenaza de ser de la
nada y sin nada, y camino con la maleta tan vacía que ni ella es hoy mía, al
presentarme al otro lado del camino… de otra vida para dar lo que me queda… la
vida… y cómo no sentir orgullo de nacer entre forraje, entre terrones de tierra
con agua por las acequias en una ciudad de ensueño; donde su Alhambra
vigila hoy todos mis movimientos. Ella me hizo un día volar entre railes
de hierro; entre traviesas y fuego, y entre el humo del carbón buscando otros
ríos nuevos, que el Genil y el Darro… El río de la Miel lo deje atrás, entre
sueños, para seguir soñando con el río Nervión que me ampara, que saluda
mis pasos y día y noche es mi sustento.
Valle de Ayala Orduña Bizkaia |
¿Por qué no
voy a ser sincero? Si mi alma me lo exige y mi corazón suplica que sea parco y
benevolente cuando camino entre ellos.
Quiero ser de
mis amigos, de aquellos que son sinceros. De los que viven de sueños, como yo
sueño con ellos y no somos agoreros y cuando pongo AMOR, no lo pongo con
minúsculas porque sé de qué estamos hablando.
El AMOR es un
volar, una fuente de alabastro, un ruiseñor en la sierra, unos leones de cuya
fuente respiro su agua hacia mis manos.
Mi cuerpo no es de este mundo… ¿Por qué tengo que adorarlo... antes del juicio final? Mientras los mártires siguen vivos y nadie los reconoce: ¿Será que son los descendientes de Caín? Otros, justifican, los martirios, los horrores de las guerras, o la falta de justicia; la rapiña y falta de libertad aquí en la tierra que nos tendrá que volver a sembrar. Oh serán llamas las que ondean, que queman ideas: mártires de la palabra; de suaves palabras que me incitan a sonreír y vivir en un mundo sin maldad que siempre ha estado ahí, en todas las latitudes, en todos los continentes…, en anchas vías y caudalosos ríos y canales de riego, y hacinamientos, y praderas sin riego, y campos repletos de piensos… Mientras las llamas de odio, invaden hoy nuestra tierra y ella gira, ya rota, meciéndose con sus aguas limpias de las que, generosas, brotan veneros sin ira.
La muy noble y leal Ciudad de Orduña Bizkaia |
Las montañas rompen sus cimientos y sus fuentes penetran la tierra. Cascadas se deslizan por los acantilados que se aferran al valle cincelando la tierra; formando su cauce cual serpiente buscando la libertad, encontrándose en su mar, como lo hace su alma y donde un dios puso su acento y salpicó con palabras… ¡palabras que se hicieron coplas y versos! para adorarlas hasta sentirse agitado ya que el final del camino… nos llama…me llama a buscar la libertad que no podrán arrebatarle a mi alma.
Antonio Molina
Medina
26,06.22
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