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Laudio-Áraba- País Basco |
¡Quién
soy, Dios mío entre los campos, ¡sino un insecto, que piensa y habla…!
F
G L
Entereza
Dicen que: “los animales matan para comer” … “pero los seres humanos matan
por placer”.
Plácida fue la
noche y la luna alumbraba nuestros sueños los que, caracoleados, se infiltraron
sin riesgo en la morfología de nuestros sentimientos los que, plácidos, se
dejan guiar en su inconsciente dejándonos perplejos por lo que es
capaz de hacer el ser humano consigo mismo y con los demás: solo atrocidades se
vislumbran por el horizonte animal, para dejar tras él la humanidad de los
animales a las órdenes de su propia naturaleza para sobrevivir sin la ayuda del
hombre, al que pudren la mente desde su nacimiento.
Caduca e
inservible será su existencia; ya que las serpientes se abrazan a su cuerpo
ahogando sus sentimientos a pesar de la lucha por sobrevivir en este
mundo tan incierto. Hoy la luna se entristece y su sombra se adhiere a la
sombra de su cuerpo, espoleando lo ingrato e inasumible dejando sus principios
pateados en el medio del universo.
El sol
calienta su mente y la hace perdurable y sagaz para soportar las ventiscas. Sin
incidir en su ruta y sombría, se sonríen del tiempo transcurrido antes de
despertarse de ese sueño maligno que en la vida le impusieron; apartando el
cauce de ese río sin agua por donde camina inconscientemente y apelmazado ese
barro por donde transita sin rumbo y sin cayado.
Ciudad de Orduña-Bizkaia-País Basco
La luz en su
condescendencia le silbó sus notas, y las plegarias se colaron en su
mente despejando el poco camino que le quedaba, para el culmen de la felicidad
de la que disfruta honorablemente, y con la única arma en sus manos: la palabra
hablada y escrita, producto de su soledad. Al apartarse del ruidoso y tétrico
mundo donde la sangre está flotando entre las olas de la mar. Mientras, las
sombras se alejan cabizbajas ante tanta maldad.
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Sinovas-Castilla y León |
24.05.25
Antonio Molina Medina
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