Buenos días, corazón,
nunca dejes, en tus latidos, de oír el tintineo
como de esquirlas de campana pequeña
campanita,
que me despierte todas la mañanas
pensando en quien quiero,
esperando encontrarme mirándole la cara.
Que tus ojos no denoten
tristeza
Que tu cara rebose de purezaQue tu boca sea carne reluciente
de colores rojos y veniales
para que alguien con amor los bese
rebosante en eterno abrazo.
Que tus manos sean firmes y
seguras.
Que tus brazos merodeen mi
cuello,día y noche entre mis sueños
que tu cuerpo sea apoyo del mío
cada mañana cuando amanezco.
Que la vida se llame,
renovada
cuando apoye mi rostro en tu
caraque la vida te siga deparando
placeres y nuevas sensaciones,
¡en fin! ilusiones que te llenen por dentro
cada mañana que tu cuerpo descanse
entre brasas sin quemarte
sin notar que sus llamas, te llagan
solo calor ‘pa’ que te sientas viva
mecida en las espigas por el aire.
Antonio Molina
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