J.M.Bombin - María Mata Padilla - A. M. Medina |
Caminando
por Granada
La
noche era muy clara.
La
luna se mezclaba con su cuerpo
por
la vega de Granada.
Sus
ojos miraban al cielo,
y
como sonreía su cara y sus
ojos
danzarines, fluían de su mirada.
Su
corazón, nos alumbraba.
A
su sombra me aferré,
y
de su boca brotaban
palabras
sabias que anunciaban:
¡Cómo
no iba a escribir Federico
con
este cielo y esta calma!
Con
los brazos levantados
al
cielo miran sus palmas.
Un
hombre sonríe ya gastado
por
el tiempo.
Cambio
el fusil por la pluma
y
las balas por la tinta.
En
los laberintos de su cuerpo
se
aprecian heridas de metralla.
Pero
su corazón noble y fiero
Gritaba
firme en su Alhambra:
¡Qué
no!
¡Que
esta fortaleza no la pudieron
Conquistar
sino con la traición!
Caminaba
por los patios,
por
la estrechez de sus calles
Apoyado
en viejas barandas…
CUANDO
NIÑOS
Cuando
éramos chicos
las
chozas eran muy grandes.
Los
arboles por la vereda
nos
acosaban con sus ramas.
Los
perros eran leones
y
nos comían con sus fauces.
Los
sueños eran reales y
entre
nosotros reíamos,
guardando
nuestros secretos
entre
murallas gigantes.
Antonio
Molina Medina
28/12/17