Sueños que cojo
de tus manos de hada mística, gnomo poético, silfo o querubín blanco como la
nieve, dónde la brisa y su mensaje me rebanan el corazón. Siento un escalofrió
en mi interior, algo mágico que el tiempo no dejará de recordarme que la vida
es un manjar de cosas pequeñitas…, muy pequeñitas…, vistas desde la alta sierra
dónde me coloco y veo a una mariposa grande y llena de colores que mueve sus
alas pletórica de sueños de vida e incienso, que trato de deslizar a este
corazón torpe, pero generoso, que no sabe lo que es un querer verdadero, sin
intereses ni pamplinas que solo busquen darlo todo sin pensar en recompensas para
su cuerpo, pero sí para su espíritu torpe y taciturno que alguien ha puesto
en primera línea de su existencia como
plato único para seguir soñando que la vida es algo más que materia.
Contigo:
“Renace la vida
y el pasado de
piedra
se hace presente
caminando en paz
entre voces y
silencios
de almas cuyo
nombre
queda en la
memoria”
Antonio Molina Medina
Tu espíritu, tu alma, tu cuerpo, tu mirada interior, tu palpitar... todo en ti está vivo, todo en ti renace cada día, todo en ti, es camino, voz, alma, vida, sonido... poesía... porque eres alma y sentimiento.
ResponderEliminarPreciosos versos, preciosa imagen, preciosa entrada.
Un placer siempre leerte, amigo Antonio, porque tu poesía está viva, como lo estás tú.
Un beso.