LA OSCURIDAD

 

Ciudad de Orduña-Bizkaia

Envuelto en la oscuridad de la noche

buscando donde cobijar su sombra, y

aterido de frío. El forjador de sueños,

consume su cuerpo… dolorido… inseguro.

 

Descubriendo su cueva, descanso su figura,

mirando por su abertura de oscuridad manifiesta.

Era su sino y se introdujo en ella.

Traspasar visillos se acostumbró a ella.

 

Su despertar fue mítico. De sueños y quimeras.

Sus paredes relucían, primorosos colores

de círculos, estrellas…, dócil e irrefutable.

Alumbraba la estancia, dos candentes llamas.

 

Cruzaron el puente caudaloso del cauce.

Murallas, fronteras de pétalos ‘pergaminosos’

se instalaron en paredes de la inmensa bóveda.

La negrura se apacentaba, del brillo del musgo.

 

Sinovas-Aranda de Duero-Castilla León

Brillo de luz. Gotas de sangre deslizaban en el agua.

Rojo candente de su juventud.

Caminos, de anchas praderas y lenguas de fuego.

Dos corazones en su tronera, palpitan glorias.

 

Salpican tierra, llenan de savia de sus gateras

de sal e incienso, versos de brea, inmaculada

sonrisa en ella. Copulan letras, frases centenarias

versos de adobe ella entrelaza olías fecundas

brotes en la sierra.

 

Sus manos firmes, dedos de hierro, entrelazados

al corazón. Sus almas vuelan. Sentidos ciertos.

Jugoso caldo de puchera añejo… mezclador de sueños;

placidos, risueños. La niña duerme mientras su cuerpo

cubre la aurora, entre cortinas, visillos nuevos

de sus pestañas brota la sal de sus vivencias.

2010

Antonio Molina Medina

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