DE FÁBULA

 

Sinovas- Castilla y León 

DE FÁBULA

Les voy a contar algo que quizás no conozcan, pero uno que nació a menos de cuatro kilómetros de su pueblo, lo mataron muy joven con treinta y nueve años, él nos decía que nunca se debe dejar de ser niño y él lo era, por eso lo mataron, -por creer en las personas- ya que él nunca hizo daño a nadie.

Así es amiga: Federico Gracia Lorca fue un mártir y murió limpio como la nieve, pues en su corazón no cabía la maldad ni la mentira, (no así en los que lo asesinaron.)

 

Sinovas- Castilla y León

DE FÁBULA

Si la mente fuese mayor,

si su corazón fuese maduro,

si no pensase como un niño,

 

¿Tú crees que estaría escribiéndote hoy,

ayer y mañana, descubriendo

su propio ser ante ti, mujer?

 

Pues te diría que no, que no sería posible.

Te repite que algo mágico ha visto

en sus ojos y su mirada le da valor y calma.

Sabe que era una persona legal, tierna y amable.

 

Playa de Getares- Algeciras

¡Tú sí que tienes suerte!

Tienes algo viviente y más si puedes confiar y

sentirte libre ante tu vida.

 

Eres una afortunada, amiga.

Él se alegra que lo que te manda lo aprecies y

sea de tu agrado, eso es lo que le alienta a

seguir garabateando para ser útil a alguien.

 

Te levantas.

Te desperezas.

Te pones a mirar por la ventana y siempre

el mismo paisaje, la misma monotonía y

las mismas caras.

 

Chorrosquina- El Cobre- Algeciras

Se siente uno, acolchado y vacío.

El contenido de su cuerpo está

lleno de barro y zarzas, de

piel curtida por los montes y

las sierras que un día atraparon

su vida y dejaron huella ya imposible

de anular ya que la Naturaleza de la que

forma parte integra le hace ser leal a ella.

 

La luz de su tierra es más blanca,

pura y consistente y los pájaros

gorjean al viento los trinos,

que le llenaban los oídos desde la

falda del monte de la sierra Salvada

y hoy, desde los viñedos y pinares

que la Naturaleza nos regala donde

todo era y es paz y sosiego.

 

Museo de Orduña- Bizkaia- País Basco

Las ascuas le calentaban

mirando su luz azulada

la que, se eleva a las alturas

por el canal de la chimenea.

 

Vio reflejado su cuerpo

y su cara sonreía

plácida de sentimientos

los que nunca se agotaron

a pesar de los años del tiempo.

Museo de Orduña-Bizkaia- País Basco


06/11/13

Antonio Molina Medina

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