Eras como un pájaro herido
por la vida en la que vivías,
pájaro verderón que vuelas
de rama en rama lacerado.
Tratando de aclocar tu cuerpo
dolorido.
Tus ojos son dos perlas que
iluminan
tu silencioso camino, roto
por
los sonidos que en tu entorno
brotan.
La suave brisa de tu
existencia
rasgada por la tristeza que
te embargaba,
que afloraba a través de tu
silueta
perforando tus ojos
melancólicos.
Has sembrado la vida que
palpita su prisa
en el mundo imperfecto que te
tocó vivir.
Tu mirada embelesa perdida y
suplicante,
un hálito de esperanza
brotaba de ella.
Detrás de una ventana sigues
viviendo
tu juventud perdida, sublime
proceder.
Me dejas tu mirada limpia. Tú
grata sonrisa.
La explosión de unos ojos que
denotan tristeza.
Como un ángel herido
sumergido en su historia,
que brilla con luz propia de
rayos que laceran
por la fuerza del astro que
nos da vida eterna.
El ocaso se acerca, se
precipita, se aproxima la nada.
La que iluminó mi vida. La
que endulzó mis heridas.
Donde comenzó el sueño que
ilusionó mi vida
y lamió mis heridas en las
noches sin figuras.
Tu visión de la vida la
atrapé de tu vida,
detrás de una cortina,
arañando las sombras
de un pájaro herido posado en
un quejido,
quebrado por la vida, que
trata de resurgir.
Antonio Molina Medina
Imágenes cedidas por HACERÍA_JAZZ_CLUB
Antonio..." Mujer llena de vida "
ResponderEliminarProfundas palabras que brotan de tu corazòn, en este poema dedicado a ella...de vida y dolor...que todos vamos a pasar como se marchitan las flores...pero debemos pensar en positivo...para seguir adelante con felicidad.
¡¡¡ Precioso !!!
un beso desde Argentina
Gracias Doris..., tu si que tienes corazón.
Eliminarun beso