Un niño juega
solitario
buscando sensaciones
nuevas.
Desenrosca la perilla de la
luz
que en la cabecera de su cama
encuentra
buscando encontrar en
ella
los calambres que le
iluminen
y le llenen de
grandeza.
Las descargas incitan su
cuerpo
sus zumbidos le estimulan y le
quema
brotando chispas en su
interior
que le trasporte a mundos
estelares
para poder así, contemplar las
estrellas.
En el tiempo
trascurrido
la perilla en su interior, se
renueva,
la corriente que hay en su
profundo
a brotado vida
nueva
sus descargas son los
versos
versos que salen de
ella.
Antonio M. Medina
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