AL CHAPARRO DEL CHORRO


Fuente del Chorro, año 1950 - Chorrosquina - Algeciras


Yo te miraba exhorto,
aquel chaparro fuerte,
tronco brioso
que les daba la sombra
regalaba el frescor
a mujeres hermosas
que lavaban la ropa
en pila luminosa,
protegiéndoles su piel
de los rayos del sol
del cielo provenientes.

Su figura imponente.
Su figura briosa llena de ramas verdes.
Sonido de violines,
los pájaros provocan.

Él custodiaba a su fuente
se alimentaba de ella
y le hacía compañía,
lo mismo que a su gente
de noche y de día.

Animales y seres bebían,
todos a la vez lo hacían,
se respetaban su beber,
saboreaban su agua,
se miraban de soslayo
y no se temían.

De su cuerpo brotaba
la autentica nueva vida,
la libertad real,
la libertad perdida,
inmaculado tejido
que unía a las familias.

Los pájaros trinaban,
sus aguas compartían,
el líquido sagrado
de la boca del chorro destilaba.

Él nos enseño a amarlo,
a querer a su especie.
Buscando en mi baúl
de recuerdos que vuelven,
encontré a mi chaparro,
a sus pilas y su caño.

Caño de agua clara la que del chorro fluía
el que estaba en la esquina
rodeado de seres que su líquido bebían,
en la fuente de un caño
que Chorrosquina poseía.

Antonio M. Medina

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