El amor te hace grande si te
atrapa,
te libera, se rompen las
cadenasque atenazan tu vivir, te comprime el alma
y se envuelven entre nubes blancas las negras,
que hacen daño. Cuando te
quieren te maniatan
recogiendo excrementos que el
sol secapara encender la candela con el calor que desprende,
me quema dejándome sus brasas rojas, vivas
dentro de mi ser, que de mi
corazón se apropia,
consumiendo su aroma,
solazando mi cuerpo,que aprisiona mi pecho, sustenta mi alma,
y susurrando en tus oídos cuando se quiere de veras
te lanza sublime al
firmamento compartiendo las estrellas.
Tu amor me provoca
sensaciones jugosas, arroyos de agua clara, clara muy clara,
que mana de tu pecho, de una mujer que ama.
Se resiente cuando se sacia
de la miel
que proviene de tu boca, para
caer quedamentelos hilos que tus labios me provocan
enfundados en unos besos que degusto desde la aurora.
El sol limpia su cielo y su
cuerpo se desliza
suavemente al regazo que de
tu mirada brota,que emana del corazón conjugando versos,
lacerando mi cuerpo al posarse en tu ropa.
Salto suave y fecundo de tu
cuerpo a la vida,
de la vida a la tierra, de la
tierra a la rosa.El placer me deslumbra, me ciega, me ahoga,
me rellena de savia y su aroma me enrosca.
Como si fuese hiedra que se
envuelve en tu cuerpo
o nido donde calentar las
crías, lo que tu amor me provoca.Porque el corazón se desborda, su control me supera,
su palpitar lastima cuando cortas la rosa.
El llanto es alegría, de
sangre derramada
que se convierte en vida, de
vida lastimadade este pájaro tierno que con el disfraz sobrevivía
disfrutando del vivir, o de ser marioneta con vida,
manejado por tus manos, por
sus cuerdas con fatiga,
las que tu cuerpo provoca,
mujer de mi vida.Si se rompen las cuerdas, el ovillo se repone
solo de ver la fuerza en el empeño del viaje emprendido
con la luz de tus ojos, con tus manos, tu boca,
unos labios risueños que envuelven tu figura.
Para lamer su cara de caramelo y fresa y morder
la manzana, hambriento de la carne del árbol
sembrado en la tierra
prohibida, sentado en tu río.
De las huellas de tus pisadas
brotó la llama que surge,que brama risueña de amada para sorber el jugo
que brota de tu boca, que florece en tu cara, decidida, briosa.
Antonio Molina
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