...BROTA LA LLAMA


Ateridos pies sin luz
De frío hasta el alma
Divisa cegadora, fulgurante.
La llama purificadora.

 
La serena mañana
Alumbraban su día
La brisa revoltosa le atrapa
Te arrebuja en su cuerpo, clara.

 
La llama le envuelve
El corazón en latidos de lata
Las nubes se disipan, aclaradas
Y la luz se le brisa en su cara.
 

El agua del estanque
La tierra se lo traga
Sus pies presurosos
Inyectados de sangre salada
En los corte, pequeñas semillas
Fructificarán en carne azulada.

 
La sangre alborota el pecho
afianza la semilla dorada
las heridas viejas se cierran
Con soplidos que manan del alma

 
¡Ay su Aceite!

 
Con tres gotas le brota su luz
Y su azul se lama esperanza
Acarreando madrugadas al alba
Con esfuerzo y tesón él se entrega
Atesorando los calores del alma

 
Rojo candente. Carne de brasa
Un lucero entre estrellas
Cuyo resplandor nos atrapa.

Molina

 

2 comentarios:

  1. Me gustó esa fuerza que pones en esas palabras en un objeto que parece inmóvil y sin vida y que sin embargo
    está ahí presente para que una persona , o el poeta sea capaz de abrazar su esencia de acero y a través de él redescubrir toda una historia...
    en esa mirada esta la propia construcción de uno mismo

    saludos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Meulen, las palabras son lo único que nos unen. Que no nos falte jamás la palabra..

      un abrazo

      Antonio

      Eliminar