La
vida no se acaba con la muerte.
Tu
silueta corretea la cañada,
con
tu collarín al cuello
cuidando
con mimo tú belleza
Te
sigo viendo correteando
por
los campos, aquellos en lo niño
jugaba
junto a ti. ¡Sí!, junto a ti.
Porque
el tiempo no existe,
el
tiempo sólo está en nuestra mente,
en
nuestro sino.
Pero
te segaron la vida,
la
muerte traicionera
que
no deja de ser muerte,
aquella
que ha truncado
tu
joven existencia,
en
plenitud de tu vida.
Te
atrapó en medio del camino.
Sin
tú buscarla, ella te localizó.
No
tiene sentimiento.
Es
la pura maldad.
Ese
paisaje que tanto quise, que tanto quiero,
se
ha roto por el impacto certero del progreso.
Tu
figura, tu silueta repartiendo los cupones.
Se
ha roto el paisaje, ya no está tu figura.
pero
tú seguirás recorriendo tu barriada.
Vida
cortada por la intolerancia,
el
vicio y una falta de principios
que,
poco a poco, van desapareciendo
de
la sociedad, que adolece de interés
en
la juventud que nos acompaña.
Desde
la distancia te sigo percibiendo,
tu
recuerdo aflora a mi mente, te sigo viendo
correteando
por la Cañada de los Tomates.
Tu
figura menuda y tierna se sigue distinguiendo
por
la alta loma, cañada que está en mi pensamiento.
Tu
temprana muerte forma parte de la vida
porque
el paisaje se ha roto por momentos,
tú
no te merecías esto.
El
día que volvamos a nacer
nos
encontraremos en el río de la Miel.
Río
de aguas limpias y claras
que
un día no lejano nos acompañó,
con
su pureza, surtiendo de rica y fresca agua
a
esa fecunda vega de El Cobre,
en
lo profundo de la cañada
la
que un día con sus gentes,
solidarias
y sufridas,
nos
ayudaron a vivir con dignidad.
Nos
volveremos a encontrar
en
nuestras verdes praderas,
montados
en corceles veloces,
de
espléndida figura,
con
sillas de noble cuero
y
bordadas con oro fino,
con
la lezna de plata.
Nos
regocijaremos en nuestra nueva vida
con
aquellos que nos precedieron,
nuestra
gente y nuestro credo.
En
la nueva vida que ya no fenecerá.
15/04/16
Antonio
Molina Medina
La muerte se encuentra con el recuerdo de la vida, porque las personas permanecen en el recuerdo de nuestras almas, y en nuestro corazoncito permanecen, regocijados en el recuerdo de la etapa vivida y allí nos encontraremos todos, en aquella otra vida.
ResponderEliminarUn placer leerte, y perdona por la tardanza en comentarte.
Un beso.