El
bullicio se sentía
en
humilde cocina.
De
su chapa encendida
brotaba
el color de sus rojos aros,
de
acero fundido,
que
en su adentro producía.
Unas
papas con agua cocían.
Percibiendo
entre cortinas
una
mesa de madera tañida
mientras,
una radio melodía
era
el foco de luz en sus vidas,
y
a su alrededor quietos ellos
el
tiempo y los recuerdos detenían
de
ojos y oídos perdidos en
las
noches lucidas de sus vidas.
Percibiendo
sonidos lejanos,
palabras
perdidas desde
otras
fronteras; con el terror
en
sus venas mecidas.
Mientras
niños percibían
de
sus ojos miradas perdidas.
09/02/17
Antonio
Molina Medina
Tiempo y recuerdos dentro de una imagen bellísima
ResponderEliminarUn beso mi querido Antonio
Un pasado que vuelve al recuerdo, con toques de miedos concentrados. Un gran abrazo!!
ResponderEliminar