Sinovas, Aranda de Duero. Castilla León. |
Destella
un rumor dentro de mi mente, se hace fuerte y versal su forma
de
sonar… Quizás sean tañidos de campana los que proceden desde la
distancia,
allá en su pedanía, cuyos secos y tronados sonidos llegan
con
fuerza hasta las baldosas de la plaza…¡hasta lo más profundo!
Cansino
y dúctil agita hoy su cuerpo y camina por las despobladas
veredas,
donde todavía se mantienen vivos los saludos que atrapan
incluso
el aliento, juntando sus melodías con lo profundo del sueño.
Y
galopa por la meseta su recuerdo y, sus alas se despliegan por los
lugares,
donde solo vida y solo sueños trotan mis sentimientos,
dejando
al descubierto su rostro: el de un potrillo que llego un día
lejano
a cuidar de nuestro cuerpo.
Ágil
será su montura. Y sus venas, repletas de energía, llenarán los
caminos
y veredas buscando con ahínco lo desconocido, ya que cada día
despertamos
en un nuevo paraíso, capaz de dejarnos a todos como las
aguas
de los ríos.
Silencio y soledad es lo que siente y los pasos son
Sinovas. Aranda de Duero. Castilla León |
alusiones
que el aire borrará, mientras dejo los apriscos a su alcance
y
las melodías suenan y abrotoñan contra las olas del tiempo.
01.12.18
Antonio
Molina Medina
Hermoso!
ResponderEliminarSiempre debemos escuchar a nuestro corazón, él jamás se equivoca.
Abrazos.
Escuchemos al corazón, ese que nos vibra avisándonos a través de los latidos que la vida es vida y amor.
ResponderEliminarHermosas siempre tus palabras, están llenas de vida, mi querido amigo.
Muchos besos.