Pedanía de Sinovas. Aranda de Duero. Castilla y León |
Escarbas entre la tierra que cubre las cepas
y buscas sus raíces, que sonríen gozosas de que estés hurgando en ellas. Y
siente tus dedos y silban sus tallos cuando los acaricias. Relucen sus racimos
de dorados granos los que se jactan de sueños… Y se hacen caldo...
Y se hacen
de fuego al entrar en tu boca. Y se mecen entre tus manos catapultando su jugo
entre dedos que vibran con ansia su suave fruto que se descuelga por la tronera
de tus sentidos paladeando su contenido, depositando sus jugos en los placeres
de tu cuerpo.
19.02.19
Antonio Molina Medina
Pedanía de Sinovas. Aranda de Duero. Castilla y León |
El astro sol se duerme entre sus ojos y
sus fértiles rayos penetran, sin pausa, por los dormidos granos que los miran
con ansia, y soportan el calor que se cuela y penetra en su piel, envolviendo sus
racimos en lo dulce de su miel.
Suenan las palabras, y se perciben sus
pasos que apacigua el rugido del tractor. Mientras, los labriegos cosechan
los frutos de la abundante cosecha que sale de sus cepas y que, dedos y manos,
y ojos deslizan su mirada al reguero de ramilletes que inundan sus ramas. Se
sumerge la tarde y los dedos y manos se afianzan al dulzor de la vendimia, y
los dedos dejan escurrir el dulzor del líquido. Entre cristales nuevos se curte
la tarde y el aire los limpia y mece sus sueños, que son gigantes que perforan
cuerpos, dejando su huella entre campesinos que viven y sueñan.19.02.19
Antonio Molina Medina
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