Me he despertado de un sueño
de un sueño que yo soñabaque tú me estabas mirando
y yo sentía tu mirada.
De tus ojos mana vida
nos cruzamos el mirar
y vi la luz que brotaba
vida nueva, agua depurada.
Tus pestañas de abanico
suaves se balanceabanlas cejas se removían
en la frente, planta alta.
El viento que nos soplaba
te remolinaba el pelodando perfume a tu cara
aroma que me embriagaba.
Sentí lo que un hombre siente.
Te ví como una zagalallena de vida y de muerte
de ilusiones y esperanzas.
Como una rosa en la mata
pude contemplar tu cuerpo.Quisiera ser hortelano
para cuidarla y mimarla
para que nunca la corten
mientras mi alma guardiana
vaya a morir entre sus ramas.
Antonio M. Medina
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