LA LUNA Y SU ALHAMBRA

Estos días la luna ha estado de parto.
Todos esperaban de ella el hijo soñado
Yo la miro y miraba, y la sentía tan cercana
que su sonrisa plateada
me trasporto hasta el Veleta
para bañarme en sus aguas
del brioso hielo, que
almacena sus montañas.

Montañas: unas de fuego. Otras de sombras.
Otras de amores incandescentes
que fluían por sus laderas y regaban la montaña.
Esa montaña tan añosa, del color de la esperanza,
donde soñaban los sueños y preñaban sus hamacas,
donde los cuentos de niños se colaban en mi alma.
Donde un día se durmió Washington y nos regalo
más sueños, de esa montaña sagrada
con sus cuentos de la Alhambra.
14/08/14
Antonio Molina Medina

3 comentarios:

  1. Leí el libro dos veces, una para mi y otra por preparar un comentario de texto para mi hija (siempre les ayudé con los deberes). Hoy pensando en el has compuesto una poesía preciosa. Abrazos

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  2. Qué mejor luna que la luz de los destellos que transmiten tus versos, mi querido amigo Antonio, la que con ellos nos hacen latir, y nos acurrucamos entre ellos, sin querer salir de ellos, y es que tus palabras son vida y auténtica brisa de naturaleza.

    Un placer siempre leerte, mi admirado Poeta.

    Besos enormes y feliz tarde.

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  3. la luna tuvo un encuentro sexual con el sol transformandose en uno y de ese encuentro nace IRMA el huracos que llego a la Florida
    hermoso tu texto

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