Sinovas Pedanía de Aranda de Duero |
Un manto verde se extiende
por los viñedos de la Pedanía mientras sus lentos y perezosos pasos caminan dejando
su huella por el agua que de improviso azota su cuerpo. Una ligera sonrisa florece
de su rostro contemplando esos caminos de bestias y carros, y hoy de tractores,
que se dispersan por la mente al divisarlos.
Sinovas Pedanía de Aranda de Duero |
Al azar, coge unos de tantos,
y le toca caminar por los pinares que bordean los viñedos, divisando la riqueza
que se esparcen por ellos. Hoy, poblados los terrones por sus cepas sedientas
de tallos, desnudas al viento y al agua que las limpia y alimenta sus
raíces para la próxima cosecha. Él se pierde entre los bosques de pinos sorteando
las zarzas, y el agua se cuela entre su ropaje.
Sinovas Pedanía de Aranda de Duero |
Se endurece el viento y cesa
la lluvia que se deja mecer por el leve murmullo del viento mientras los claros
que las nubes ofrece, deja aparecer los rayos de luz entre los viñedos que de
improviso se le aparecen. Y sus ojos se posan incansables sobre los surcos añosos
que, a su vista entre parpadeos, azuzan sus pasos. Los cálidos troncos de cepas
antiguas, ya pacíficas y somnolientas, se van despertando mientras sus raíces
se adhieren con firmeza a su propia tierra.
Sinovas Pedanía de Aranda de Duero |
Hoy sus pasos ausentes de
tan privilegiados momentos se abren en canal buscando los mejores instantes en su
soledad. Mientras, los barcos cargados de almas contemplan orgullosos los surcos
que las cuchillas de los tractores dejan al descubierto el corazón de miradas
antiguas, repletas de recuerdos que, cautelosas, se pasean por su plaza, su
iglesia y sus calzadas, donde se precipitan pisadas antiguas, acudiendo a la
fuente de agua clara…Presumiendo de ella y de su casta: la de los que un día soñaron
con esta realidad.
Sinovas Pedanía de Aranda de Duero |
LA SOMBRA
Las sombras se
disipan.
El papel las impregna.
Sus voces se absorben,
se alteran.
Se alborota su
cuerpo.
Con tanto,
incesante silencio,
explotó su
ceguera.
Antonio Molina Medina
28.04.20
No hay comentarios:
Publicar un comentario